domingo, 24 de abril de 2011

MOSÉ Y EL GRANIZO. "HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO QOM..., TOMO 1, FLAVIO DALOSTTO"


por Flavio Dalostto

Mosé y el granizo.

Y le mandó decir Mosé al Malqo: -Suelta a mi Pueblo ahora, porque Qad'ta'á traerá un granizo tan grande, que no hubo noticia antes en la Tierra del Ande, desde que Qad'ta'á levantó la tira de las montañas, y la sacó del Mar-Océano. Junta si puedes, los animales de mantenimiento que quedaron vivos, y guárdalos bajo techo, porque ciertamente morirán.
Y cuando lo supieron los tiaguanaquitas, los que temieron a Qad'ta'á, mandaron guardar los animales que les quedaban bajo techo, para protegerlos de la piedra de Qad'ta'á.
Y vino Qasoxonaxá (El Dueño del rayo), y mandó piedra granizo sobre la Tierra del Ande. Y las piedras de hielo eran como papas grandes. Y destruyeron toda la Tierra andina, y murieron los animales de mantenimiento que quedaban en la Tierra; pero en los barrios extranjeros, donde habitaban los qompí y las tribus, no cayó la piedra granizo.
Y todo el cultivo de maíz y sorgo y quinua y zapallo y haba y melones y los demás productos vegetales del Malqo fueron destruidos por la piedra granizo; y se terminó el alimento de la Tierra.
Y murieron los animales de mantenimiento en la ciudad y en el campo de los del Malqo. Y  murieron, y fueron destruidos el árbol frutal, el maíz, y la quínoa y el sorgo y el zapallo y el haba y el melón y el pasto, y todo producto vegetal de mantenimiento; pero los del Ande que temieron a Qad'ta'á, guardaron a sus hijos y sus animales y sus choclos,  y salvaron sus vidas. Y también los de Qom y las tribus se salvaron. Y mucha gente andina comenzó a orar a Qad’ta’á y se afiliaron al Pueblo de Dios y desconocieron al Malqo como su rey.
Y mandó un mensaje Mosé al Malqo, y le dijo: -¿Hasta cuando, mi hermano, vas a desafiar a Qad'ta'á de los Nogüetpí, no dejando que salga su Pueblo a agradecerle en la salina? ¿No ves que no hay dios como Qad'ta'á, fabricador del Mundo y dueño de los hombres? ¿Hasta cuando harás sufrir a tu pueblo y al Mío, sin escuchar sabiamente el mensaje de Dios?
Entonces, se aflojó el corazón del Malqo, porque vio destruido todo el país del Ande, y mandó un mensaje a Mosé, diciendo: -¡He pecado contra Qad'ta'á, y contra los del Cielo! ¡Y me ha castigado Dios! ¡Que pare la piedra granizo sobre nuestra Tierra, porque se borrará el país de Tiaguanaco, y no seremos contados entre las naciones del Mundo! Sal tú y tu Pueblo, y no volváis más, pues para desgracia de nosotros, habéis venido a esta Tierra.
Y le mandó un mensaje Mosé, y le dijo: -Cómo tu dices, haremos, más no creo que tu corazón se haya vuelto a Qad'ta'á, todavía.
Y oró Mosé a Qad'ta'á, y paró la piedra del Cielo. Y después cayó Qasoxonaxá sobre la Tierra, y quedó patas arriba. Entonces, Mosé le dijo a los qompí y a las tribus: -¡Ayudadme a dar vuelta a Qasoxonaxá, y regresarlo al cielo!
Y Qasoxonaxá era un animalito, como un pequeño elefante, y no se podía dar vuelta solo.
Y Mosé les dijo a los qompí: -Traed planta totora bien seca, y colocadla debajo de Qasoxonaxá, y encended fuego.
Y prendieron fuego con la planta totora, debajo de Qasoxonaxá, y se prendió fuego, y salió humo, y de esta manera, regresó Qasoxonaxá al cielo, montado en el humo. Y cuando regresó al cielo, llovió llovizna suave.
Y parece un animalito débil, Qasoxonaxá; pero es un Nogüét muy fuerte, y manda sobre el rayo y la lluvia y el granizo.
Y paró el granizo en la Tierra andina, y otra vez suspiró el Malqo, y prohibió la salida de los de Qom y las tribus.
Entonces, Qad'ta'á dijo a Mosé: -No te preocupes, por el Malqo, porque es necesario que él no tuerza su pensamiento, ni ablande su corazón; para que vuestra salida sea recordada por siempre en la Tierra, y para que vuestros hijos recuerden bien lo que hice en Tiaguanaco, y de cómo os saqué de Tierra andina, y os cuidé entre las naciones. Y YO os llevaré a Tierra nueva; Tierra no gastada por pie, que no conoció ni sangre ni orina ni excremento humano. Y en esa Tierra entraréis. Y Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi Pueblo.

RELACIONES ENTRE EL PUEBLO INDIO QOM Y EL MUNDO PRE-ISLÁMICO

por Flavio Dalostto

Vínculos entre los Pueblos Qom del Gran Chaco Sudamericano y la milenaria Ciudad Sagrada de Qom en el norte del actual Irán.

Los qompí fundan la ciudad de Qom.

     "Y Jac-Ob hijo de Qom, fue el padre de los qumri de Asiria, del Pueblo de la ciudad de Qom en el país de los medos y de El-Am al Este de Ab-El y de los isleños de Qumari-Qandam. Y fue el padre de los Qin de China. Y fue el padre de todos los reyes de esos países, que empezaron a titularse Qan. Y fue el padre de Qam, Qon-Go y de Qung, los pobladores de la tierra africana, que nombraron a sus naciones con el nombre de su abuelo."
-HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO QOM EN EL PAÍS CHAQUEÑO, TOMO 1"

El profeta Mahoma, descendiente de los colonos qompí del norte del actual Perú.

El poder de Ma-Jóm.

"Y después de muchos años, nació Ma-Jóm, de los Hijos de Qom, en la ciudad de Lambayeque, en el país peruano, sobre la orilla del Mar del Oeste. Y le habló un ánjel de Dios, y le dijo: -Ma-Jóm, se de los santos, y lleva la religión del Nogüét a todas las puntas de la Tierra, porque Qad’ta’á ha visto que eres de los fieles. Lleva mi Ley, la Ley del Amor y de la Justicia y del Bien-Tratar a todas las personas, porque todos son mis hijos, y a todos los envuelvo en mi amor, desde antes de sus nacimientos. Pero la gente se hace daño a si misma y a los demás, porque sus pensamientos se tuercen hacia el Mal desde el día de su primera respiración. El Payáq Satanáj, mi enemigo, y todos los demonios que lo sirven, tientan a la gente del Mundo para que haga todo lo malo, mintiendo, robando y matando. Y los humanos aceptan su oferta malvada, sin darse cuenta que se pierden en oscuridad.
Ve por el Mundo, y lleva mi palabra. Extiende mi Luz en todos los corazones de mis hijos, porque tropiezan en la oscuridad.
Y Ma-Jóm le dijo al ánjel de Dios: -Así haré, porque Dios es el Más-Alto.
Y Ma-Jóm predicó la palabra de Dios, la Ley del Nogüét, por todos los distritos de Lambayeque, y por todo el Perú.
Pero el rey de Lambayeque, el enemigo de Dios, se enteró que Ma-Jóm predicaba contra los dioses payaqpí, y se enojó, y mandó matar a Ma-Jóm y a sus compañeros. Pero Ma-Jóm y los fieles huyeron a la ciudad de Tumbe, y se rebelaron contra el rey de Lambayeque. Y hubo guerra entre el ejército de Lambayeque y los majomitas; pero Ma-Jóm fue más y mató al rey de Lambayeque y a todos sus príncipes.
Y fue rey Ma-Jóm, de Tumbe y Lambayeque, en la costa peruana. Y destruyó todas las estatuas de los dioses que son nada y las estatuas de los demonios payaqpí; y mandó matar a todos los oraloiqpí, a los qonnannanxaiqpí, a los dannannanxaiqpí y a los falsos pioxonaqpí.
Y en la ciudad de Lambayeque había una pirámide negra, y adentro estaba llena de estatuas de dioses extranjeros y demonios. Y adentro de la pirámide negra, que se llamaba Qab, había una estatua de Chiisí (Venus-Late’é) con su hijo en los brazos; pero Ma-Jóm no la destruyó, porque dijo “Ésta es la estatua de Chiisí, que bajó desde el Cielo y tuvo un Hijo, y ese Hijo es el Salvador del Mundo, Crus-Mesí”.
Y Ma-Jóm puso en práctica la Ley del Nogüét en todas las ciudades y los campos de Lambayeque y de Tumbe. Y los lambayequitas tuvieron paz y abundancia, y también los qompí que moraban en sus ciudades. Y defendió el derecho del pobre, del huérfano, del enfermo, del anciano, de la viuda y del animal compañero. Y fue de los buenos, Ma-Jóm, y odiaba la injusticia.
Y después que murió Ma-Jóm (Y su alma fue llevada directamente a la Ciudad del Cielo), sus sucesores hicieron la guerra a todas las naciones, para llevar la religión del Nogüét a todos los países; pero ya no fueron como Ma-Jóm, santo entre los santos, sino que actuaron por su propia ambición y espíritu de dominio.
Y los majomitas llevaron sus ejércitos por toda la Tierra, y dominaron Lambayeque, Tumbe, Quito, Putumayo, Iquito, Qajamarqa, Chabín, Oari, Tiaguanaco, Am-Asóm, Guayana, Toqantín, Paitití, Badasíl, Qarayé, Mojo, Puna, Susque, Palpalá, Majáiq, Sáqta, Toq, Famát, Ansenusa, Turugám, Qom-Echím-Qom y todas las provincias chaqueñas, a saber: Campo Redondo, Matogroso, Guaicurú, Ororó-Lcó, Güelgoritá, Laqangayé, Iñaté-Talá, Gualambo, Luléj, Ichimayé y el Camino de los Yipiáq, hasta los querandí y los charrúa.
Y como era muy amplio, el dominio de los Hijos de Ma-Jóm, no pudo aguantar el reino, y se partieron sus dominios en diferentes poderes. Y de esta manera, se formaron muchos reinos de los majomitas, y todos sus reyes eran de los nietos de Ma-Jóm. Y todos tenían por Ley, la Ley del Nogüét, que Dios dio a Mosé en la Montaña de Ollagoé, y confirmaron a Jesús-Mesí y Japagxanatxám el Bautizador, en el distrito de Iñaté-Talá y en Gualambo."

martes, 19 de abril de 2011

OAJERQAIQUÍN Y EL PODER DE LA MIEL: TOMO 2 DE "HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO QOM EN EL PAÍS CHAQUEÑO"

de Flavio Dalostto

Los españoles santiagueños cosechan miel en la selva. El poder de Oajerqaiquín.

Y en ese tiempo, los españoles de Santiago recorrían la Selba-del-Fierro (y ésta estaba a cien leguas de la ciudad Santiago), cosechando miel y cera por montones. Y vendían estos productos económicos, en el resto de las ciudades españolas, haciendo negocio comercial.
Y en ese tiempo, se metió Lobato por el adentro de la selva santiagueña, para buscar la miel; más fue el Sachayój y lo mató, y quedaron sus hijos en la vida.
Entonces, fueron los abipón, y se trajeron los hijos de Lobato, y los criaron entre los Hijos de Qom.

Más, se enteró Oajerqaiquín, Capitán de los abipón naqaiqueterjé, y se dijo: -¿Cómo está haciendo negocios, Español, con la miel y la cera de la Tierra de Nosotros, que Dapíq-Lta’á nos delegó para su disfrute y cuidado?

Y entre los españoles, estaba Lisondo con sus esclavos negros, cosechando la miel y la cera. Y resulta que Lisondo era el más valiente de los soldados españoles en toda la Tierra americana. Y no hubo más valiente que él, ni antes ni después.
Y se fue a beber agua en una laguna, ese Lisondo. Y se le apareció un jinete abipón, con una gran lanza y toda la cara pintada de negro (y esto, era un signo evidente de guerra).
Entonces, salió corriendo ese abipón para avisarle a Oajerqaiquín. Y tuvieron miedo los españoles y los negros, que estaban en la Selba-de-Fierro; más, les dijo Lisondo: -Tranquilos, compañeros, nada pasa, sigan cosechando la miel y la cera.
Y cuando pasó un rato, aparecieron por todas partes los guerreros de Oajerqaiquín, todos con lanza de guerra y las caras pintadas de negro (signo inequívoco de actitud peleadora). Y los paisanos empezaron a matar con lanza a los españoles y a los negros. Y a muchos de éstos, los degollaron, es decir, les cortaron las cabezas a fin de adornar sus toldos.
Y entraron a la casa de Lisondo, y éste peleó (porque era de los valientes); más lo mataron a lanzazos, y quedó todo su cuerpo roto en el suelo.
Y quedaron algunos españoles y negros, en la vida, y huyeron sobre caballos, de a tres y de a cuatro, para mantenerse y durar, y gritaban aterrorizados. Y algunos llegaron a sus casas. Y su gente los llamó “los-fantasmas”, pues era muy lamentable su situación.

Entonces, Oajerqaiquín se paseó por el campamento que había sido de los españoles mieleros, y mandó traer toda la miel y toda la cera (y era mucha), los caballos y las mulas, hachas, herramientas de hierro por montón, y ropa en abundancia, y los barriles.
Y estaban muy felices, los abipón, pues se habían vuelto ricos económicamente; más los españoles lloraban su amargura, pues eran pobres.

martes, 12 de abril de 2011

PROFETA ELÍ-YAPOTQUÍN DESAPARECE, "HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO QOM...", TOMO 1, FLAVIO DALOSTTO

de Flavio Dalostto


Elisheó-Yajnaxanaxáiq oiquiaraxáiq sucesor de Elí-Yapotquín oiquiaraxáiq.

Venían Elí-Yapotquín y Elisheó-Yajnaxanaxáiq caminando desde la ciudad de Qashilalá.
Entonces dijo Elí-Yapotquín a Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -Déjame ahora, y quédate aquí, porque el Nogüét me envía a la ciudad de Ualalái, en la orilla del Mar Ñembóq.
Pero Elisheó-Yajnaxanaxáiq le dijo: -Somos compañeros. No te dejaré.
Y cuando llegaron a Ualalái, los oiquiaraxaiqpí le dijeron a Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -¿Sabes que el Nogüét quitará hoy a tu maestro, de encima de ti?
Y les dijo Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -Lo sé, callad.
Y Elí-Yapotquín volvió a decir a Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -Quédate aquí, que me voy a Najamá-Tralaté, siguiendo por la orilla.
Pero le dijo Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -No te dejaré, pues somos compañeros.
Y cuando llegaron a Najamá-Tralaté, se acercaron los oiquiaraxaiqpí a Elisheó-Yajnaxanaxáiq, y le dijeron: -¿Sabes que hoy quitará el Nogüét a tu patrón de encima de ti?
Y él les dijo: -Si, sé, pero callad.
Y Elí-Yapotquín le dijo a Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -Te ruego que te quedes, pues Qad’ta’á me manda hasta la orilla sur del río Talá, en la Península del Ñembóq.
Pero le dijo Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -No te dejaré.
Y ambos fueron hasta donde sus pies tocaron el agua.
Y se acercaron a ellos 55 oiquiaraxaiqpí y se quedaron mirándolos; y Elí-Yapotquín y Elisheó-Yajnaxanaxáiq, se quedaron parados en la orilla del río Talá.
Entonces, Elí-Yapotquín tomó su poncho, y golpeó las aguas, y éstas se separaron a izquierda y a derecha, dejando un camino seco.
Y cruzaron, entonces a la orilla Sur del río Talá. Y en la península de Ñembóq, le dijo Elí-Yapotquín a Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -Pide alguna cosa que quieras de mí, antes que el Nogüét me quite de encima de ti.
Y le dijo Elisheó-Yajnaxanaxáiq: -Te pido que una parte doble de tu espíritu quede en mí.
Y le dijo Elí-Yapotquín: -Difícil tu pedido. Si cuando el Nogüét me quite de encima de ti, ves la cosa, te será dado; pero si no me ves cuando sea quitado, no.
Y cuando iban caminando y hablando, bajó el Nogüét manejando un carro de fuego con montón de caballos de fuego, y los separó a los dos, y subió a Elí-Yapotquín arriba del carro de fuego, y se lo llevó el Nogüét.
Y lo vio Elisheó-Yajnaxanaxáiq, y le gritó a Elí-Yapotquín: -¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Carro de Chaco y Caballo de Qom!
Y no lo vio más, pues el Nogüét se lo llevó a Elí-Yapotquín.
Entonces Elisheó-Yajnaxanaxáiq rompió su propio poncho, y tomando el poncho de Elí-Yapotquín, lo dobló, y golpeó las aguas del Talá. Y se abrieron las aguas, y quedó camino seco, y cruzó Elisheó-Yajnaxanaxáiq otra vez por el Talá hasta la orilla Norte, y llegó hasta Najamá-Tralaté.
Y lo vieron los oiquiaraxaiqpí que estaban esperando, y cuando llegó, se dieron cuenta que el espíritu de Elí-Yapotquín estaba prendido en Elisheó-Yajnaxanaxáiq, y se tiraron a Tierra, y le hicieron reverencia.
Y le dijeron los 55 oiquiaraxaiqpí: -Mandaremos hombres fuertes y baqueanos a buscar a tu patrón. ¿Quién sabe si el remolino que se lo llevó, y lo dejó depositado en algún campo?
Y él les dijo: -No vayáis.
Pero ellos insistieron tanto, que él les dijo: -Id.
Y fueron, y buscaron por tres días a Elí-Yapotquín, pero no lo encontraron y volvieron a Najamá-Tralaté.
Y Elisheó-Yajnaxanaxáiq les dijo: -¿No os dije que no vayáis?
Y le dijeron los 55: -Estas aguas son cenagosas y pestilentes, agua mala y peligrosa; más el lugar de la ciudad es bueno.
Entonces Elisheó-Yajnaxanaxáiq caminó hasta las aguas del Talá, y metió sus pies en ellas, y le dijo: -¡Ahora eres agua sana, y no hay en ti, enfermedad ni pestilencia!
Y quedaron sanas las aguas.
Y desde allí se fue hasta Ualalái, y unos 42 muchachotes lo insultaban y se burlaban de él, gritándole: ¡Peludo! ¡Peludo!
Entonces, Elisheó-Yajnaxanaxáiq se volvió hacia ellos, y los maldijo. Y salió una piara de jabalíes furiosos, y mataron a los muchachotes, y se los comieron.
Y después, Elisheó-Yajnaxanaxáiq bordeó el río Talá, como yendo hacia el Oeste, y llegó al bosque de Güelgoritá.

HAMBRE EN CHACO, "HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO QOM..." TOMO 1, FLAVIO DALOSTTO

de Flavio Dalostto


Hambre en Chaco.

Y resulta que empezó a haber sequía en toda la Tierra de Chaco, y los ríos se secaron, y los pastos no brotaron, y los bosques se quemaron, y huyeron los animales. Y tres años duró la sequía, y la gente se quejaba por el hambre, porque la Tierra mezquinaba sus productos alimenticios.
Entonces, Dabí-Lodegaxát consultó a Qad’ta’á en el Salón de la Olla de la Voz de Dios, y preguntó: -¿Por qué nos pasa esto?
Y Qad’ta’á le respondió: -Esto es por causa de la gente pantanita, que persiguió Yuibaqlepaquín en la Tierra de Chaco, hasta casi borrarlos de entre los Hijos de Qom.
Y se fue Dabí-Lodegaxát hasta donde estaban los príncipes de los pantanitas (y era la gente aborigen, que habitó en las orillas y en la isla del Mar-Pantano, hasta que Dios lo secó, y extrajo el País Chaco, que dio por herencia a los Hijos de Qom y a las tribus), y les dijo: -Estoy enterado que Yuibaqlepaquín os hizo mucho daño, injustamente, hasta casi haceros desaparecer; más yo vengo a preguntaros como os puedo compensar, para que bendigáis a los Hijos de Qom, y cese la sequía que Dios nos manda.
Y los príncipes del resto del Pueblo del Mar-Pantano, le dijeron a Dabí-Lodegaxát: -Nosotros amamos al rey, pues nunca hizo diferencia entre los Hijos de Qom y los Hijos del Pantano, en la Tierra chaqueña; más el rey Yuibaqlepaquín, antes que tú, mandó asesinarnos en todas las ciudades, y nos robó casas y campos, y tus hijos debieron esconderse en el bosque profundo, hasta que ganó tu razón, y volvimos a nuestros lugares. Nosotros, nada queremos agregar de las ciudades y de los campos que ya teníamos, y tú nos has recuperado; más nuestro dolor solo tendrá remedio si nos das siete varones de los hijos de Yuibaqlepaquín, para que les quitemos sus cueros cabelludos, y mueran por pago de los que él nos hizo.
Entonces, Dabí-Lodegaxát mandó detener a siete varones de los hijos de Yuibaqlepaquín (menos a Lenechiquín con quien tenía promesa de amistad), y entregarlos a los pantanitas. Y  éstos los rompieron con hachas, delante de toda la gente, y murieron.
Y cuando murieron los siete, se llenó de nubes el cielo, y llovió sobre la Tierra, y se recuperó la generosidad de la Tierra chaqueña, brotando los sembradíos y fructificando los árboles, y se tranquilizó la gente porque tuvo alimento.
Y después de esto, Dabí-Lodegaxát mandó subir los cuerpos de los siete muertos a siete árboles para que descarnen, y enterrarlos donde se había enterrado a Yuibaqlepaquín, Qlatumqueén y Oeneqquín.

miércoles, 6 de abril de 2011

JUANDEGARÁI "EL-CRUEL" DOMINA A LAS NACIONES / HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO QOM... TOMO 2 / FLAVIO DALOSTTO


de Flavio Dalostto

1582-Juandegarái domina a las naciones de La-Mano-de-Agua y la banda sur del río Paraná hasta el Mar Oriental, en el distrito de Buenosaires.
                
Y en ese tiempo, había reyes en el país Querandí. Y eran del linaje de los Hijos de Querandí y del linaje de los hijos de Mbeguá y del linaje de los Hijos de Chaná y del linaje de los Hijos de Qorundá. Y ya estaban los guaraní poblando la Tierra, en las islas de “La-Mano-de-Agua”, en todas las bandas del río Paraná y los ríos que salen del adentro de su Fuente.

Y de los jefes de los Hijos de Querandí, estaban, a saber: Seqti y su gente, Qoqollaque y su gente, Clemecué y su gente, Qetutí y su gente, Qonotín y su gente, Degunsi y su gente, Llamen y su gente, Qoloqué y su gente, Qonoqamet-Ro y su gente, Sugum y su gente, Tugua-Qane y su gente, Qubu-Sote y su gente, Miniti y su gente, Tumutumús y su gente, Qaqutí y su gente, Marich y su gente, Siri-Eme y su gente, Pibisque y su gente. 18 jefes en total, de la Nación Querandí, desde el país de los Timbú hasta el Mar Oriental, que fueron dominados por el Español de Buenosaires. Y el jefe de los españoles que los dominó y los puso por esclavos para trabajo gratuito y contentamiento caprichoso fue Juandegarái, que fue apodado “El-Cruel”.

Y de los jefes de los Hijos de Chaná, estaban a saber: Guardiya y su gente, Araquí y su gente, Canisolo y su gente, Caraqua y su gente, Yuca y su gente, Maguarí y su gente, Aguará y su gente, Derdián y su gente, Maochún y su gente, Capiguatín y su gente, Qura y su gente, Delaján y su gente. 12 jefes en total, de la Nación Chaná, por todo el País de “La-mano-de-Agua” y sobre la banda sur del Río Ancho, que desagua en el Mar Oriental, que fueron dominados por Juandegarái el Español, que dominó el distrito de Buenosaires y fue apodado “Cruelísimo”. Y puso a todos los paisanos por esclavos de trabajo y contentamiento de catre.

Y de los Hijos de Mbeguá, estaban a saber: Disiu de la familia de los lojae y su gente, Tugalba de la familia de los meguái y su gente, Quemu de la familia de los meguái y su gente, Qubu-Sote de las familias de los lojae y de los meguái y su gente, Qae de la familia de los Sene-Bes y su gente, Paqao de la familia de los Llosu-Mbe y su gente, Qubu-Cote de la familia de los Llosu-Mbe y su gente, Alla de la familia de los Qaltis y su gente, Salloa de la familia de los Cubujé y su gente, Escallo de la familia de los Alacas y su gente, Campa de la familia de los Ajái y su gente, Yab de la familia de los Alacas y su gente, Incul de la familia de los Alacas y su gente, Suguna de la familia de los Alacas y su gente, Qaare de la familia de los Qaltis y su gente, Qubu-Cote de la familia de los Qaltis y su gente, Dulse-Bees de la familia de los Qaltis y su gente, Qoqomel de la familia de los Qaltis y su gente, Qolasté de la familia de los Sene-Bes y su gente, Quenji de la familia de los meguái y su gente, Sibacuá de la familia de los Quru-Qa y su gente. 21 jefes dominados por Juandegarái, español de Buenosaires, por apodo, “El-Cruel”, quien puso a todos los paisanos por esclavos de trabajo gratuito y contentamiento de catre.
Y de los Hijos de Qorundá, estaba el jefe Tanaolque de la familia de los Qonontí y su gente (porque se había separado del Reino de sus padres, en torno de su laguna, en el País Timbú).

Y fue en el año 1582, después de Jesús.