por Flavio Dalostto
1752-Los sannicolaítas y sanmiguelitas y sanjuanitas y sananjelitas y sanluisitas se rebelan contra el español.
Y los paisanos de Sannicolás y de Sanmiguél y de Sanjuán y de Sanánjel y Sanluís (y todos son los misioneros) se rebelaron contra el Español. Y se resistieron a abandonar sus ciudades, y regalárselas a Portugués. Y les dijeron a los jesuitas: -Ya sabemos que habéis vendido nuestras ciudades a Portugués, y habéis recibido el dinero en ciudad de Buenos-Aires. Sois, ciertamente, gente traidora y vil; pues nos habéis arrancado del adentro del Bosque para transformarnos en gente ciudadana, y nos habéis cambiado nuestra alma paisana por la manera de los Hijos de Uropo; y ahora que habéis hecho vuestro negocio por dinero, nos mudáis de la Tierra nuestra y nos abandonáis frente al odio de Español y de Portugués. ¿Qué clase de amigos sois, Hijos de Señor Papa; vosotros que os decís “Hijos-de-Jesús”? Jesús-Mesí dijo: “No hay amor más grande que el de aquél que muere para salvar a su amigo”, y he aquí que vosotros huís con dinero enrojecido de sangre nuestra. Idos, engañadores y estafadores; que Jesús-Mesí (y fue paisano) se queda aquí a morir con nosotros. Vosotros jesuitas, sois quienes lo clavan en lacrús chorreado de sangre y le encajan en su cabeza, un sombrero de espinas fuertemente ajustado. Más nosotros lo soltaremos en el Tiempo Futuro, y toda la gente sabrá que sois Hijos del Diablo!
Y fue en el año 1752, después de Jesús.
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