por Flavio Dalostto
El Señor Papa (el jefe de los uropos) reparte la Tierra de Am-Eríq, entre los españoles y los portugueses.
Y en ese tiempo, Señor Papa (y era el jefe de la Iglesia de Qat y rey de los uropos) se dijo: -Ciertamente, me haré rico con la riqueza de la Tierra de Am-Eríq. Haré negocios con los príncipes de los españoles y de los portugueses. Y repartiré el Mundo y la Tierra de Am-Eríq, entre ellos. Y no me importará que moren allí gentes, pues no son gente verdadera, sino más bien como animalitos domésticos para maltratar y cositas carentes de alma, sin importancia ni necesarios de consideración.
Y Señor Papa era, ciertamente, un empleado de Payáq-Satanáj. Y fabricaba toda clase de acciones malvadas, y quería destruir a los qompí y al resto de los Devotos de Qad'ta'á y a los seguidores de Jesús-Mesí y de Japagxanatxám.
Y Señor Papá llamó a los príncipes de España y de Portugal, delante de él. Y tomó un mapa del Mundo, y con sus manos lo rompió en dos pedazos como quién quiebra un plato, y dijo: -A ti, Portugal, te regalo toda la Tierra de Af-Riqá (la Tierra de los Negros) y todos los árabes y los indúes y toda la provincia de China, y también la punta del País de Fierro (la Tierra Brasileña).
Y después dijo: -A ti, España, te regalo todo el resto de la Tierra americana y las islas de Filipín.
Y les dijo, Señor Papa a Portugal y a España:
-Seremos asociados en este negocio. Vosotros entraréis con soldados a los países del Mundo y con espada matadora los dominaréis. Y yo entraré tras de vosotros con mis curas, y con palabras mentirosas los estafaré. Y dominaremos la Tierra y nos proveeremos gratuitamente de todos los tesoros del Mundo.
Y de esta manera hicieron, y Señor Papa y Portugal y España fueron socios e hicieron sus negocios sobre la Tierra del Mundo, matando, maltratando y dominando a todas las naciones.
Nalolxá-Late’é visita a Señor Papa en la ciudad de Roma.
Y en ese tiempo, Nalolxá-Late’é subió desde el Mundo Infernal hasta la ciudad de Roma, y se presentó delante del palacio de Señor Papa, y los guardianes no la dejaban pasar. Entonces, la Madre de las Enfermedades les hizo vomitar el corazón, y murieron delante de ella.
Y corrieron los ministros de Señor Papa, hasta donde estaba él, y le dijeron: -¡Ciertamente, un demonio poderoso ha venido a verte, y está matando a todos tus sirvientes!
Y se aterrorizó Señor Papa, y se escondió debajo de su taburete, y quedó todo temblando.
Entonces, se acercó Nalolxá-Late’é hasta donde estaba él. Y el olor a podrido lo llenaba todo.
Y cuando estuvo delante de Señor Papa, le dijo: -Hijo mío, no tengas miedo, que ciertamente eres de los de Satanáj, mi padre; y yo he venido a visitarte, para anunciarte gran ayuda.
Y se asomó Señor Papa de debajo de su taburete, y le dijo:-Heme aquí, Madre mía, ¿Para qué soy bueno? o ¿Para qué soy malo?
Y le dijo la Dueña de las Enfermedades (y ésta es la esposa de Qataló, el Padre de la Salvación): -Yo te ayudaré a realizar tus grandes negocios que estás negociando con el rey de España y el rey de Portugal (y ambos son mis hijos); para dominar el Mundo, y destruir a todas las naciones seguidoras de Jesús-Mesí, es decir, los cumplidores de la Religión Nogüét.
Y le dijo Señor Papa: -¿Y cómo será esto?
Y Nalolxá-Late’é: -Yo enviaré a mis hijos, los demonios de las enfermedades para que sean soldados invisibles en el asunto contra los reyes de Am-Eríq y contra los reyes de Patagón y contra los reyes de Qom, a saber: -El Payáq-Biruela y el Payáq-Gripe y el Payáq-Sífili. Y son demonios poderosos que harán sangrar a tus enemigos y los borrarán de sobre la Tierra. Y los enviaré dentro de los ejércitos de Español y Portugués, más el Paisano no los verá. Y mis demonios entrarán por el adentro del cuerpo vivo de los paisanos, y los matarán con espanto dolor. Y de esta manera, ciertamente, tú y los tuyos serán más, mientras que los chaqueños serán nada. Y el resto pequeño de Chaqo que quede en la vida, será por esclavo de ti, y cambiada su alma chaqueña, será como polvillo que se dispersa con el viento.
Y se puso contento Señor Papa, porque la Madre de la Enfermedad combatía para el lado de Qat, de Español y de Portugués, todos los hijos de Uropo.
Y el Señor Qataló (aquel que salva) nada sabía de las andanzas de su mujer. Y dormía en el adentro de la Montaña del Ande.
Y después de esto, bajó Nalolxá-Late’é a los países del Infierno de Abajo, y soltó a sus hijos. Y éstos se subieron a los barcos de Uropo. Y los demonios ya fueron soldados del Cura de Qat y del Español y del Portugués; para matar y seguir matando a todos los paisanos de Qom, de Chaco y de América, con enfermedades asesinas de espanto dolor.
Señor Papa falsifica la historia de Jesús-Mesí y de Japagxanatxám.
Y en ese tiempo, Señor Papa encontró los Libros de la Historia de Jesús-Mesí y de Japagxanatxám (y éstos habían nacido en el Chaco y eran qom); pero Señor Papa mandó falsificar toda la historia de ellos, y quemar los libros verdaderos.
Y dijo que Jesús-Mesí y Japagxanatxám, habían nacido en otro país, por fuera de la Tierra chaqueña. Y dijo que Jesús-Mesí lo había nombrado a él (a Señor Papa) como su propio hijo y rey del Mundo (lo que es de falsedad absoluta).
Y Señor Papa y sus seguidores, tenían a Jesús-Mesí clavado a un palo, dolorosamente, y con un sombrero de espinas que le pinchaban la cabeza (y ciertamente, lo tenían todo chorreado de sangre). Y esto lo hacían para achicar el poder del Crus-Lta’á, a fin que no ayude a sus afiliados, desde la Ciudad del Cielo.
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