de Hijos de Qom, el miércoles, 12 de enero de 2011 a las 12:43
La gente cree que hace favores, y no se da cuenta que cuando alguien hace un favor, es el favorecedor el favorecido. Cuando alguien se apiada de un animal abandonado y le da un hogar, o cuando encuentra un animal herido y lo cura, o intenta salvarlo (aunque no lo logre), está cumpliendo con la Ley del Nogüét, caminando el camino de Qad'ta'á. Lo que tal vez no sepa, es que esa existencia abandonada o herida, que ha encontrado en su camino no es casual, porque no existe la Ley de la causalidad. Esa existencia viviente ha sido puesta en su camino por los Dueños, por los nogüetpi, para darle la oportunidad de acercarse más a Dios en su mente, y sentir el amor inmerecido de Él.
A veces, los animales vienen a nosotros, no solo para salvar su vida, sino para bien-morir. A veces hacemos todos los esfuerzos, pero el Nogüét ha decidido llevárselo. Entonces tenemos el consuelo que hemos hecho lo correcto y le dimos bienmorir a esa existencia. También podemos ahorrar sufrimiento cuando vemos un animal lastimado sin remedio en este Mundo, que agoniza. El Nogüét nos exige que terminemos ese sufrimiento innecesario.
Cada vez que intervenimos en nuestro Mundo con amor, justicia y respeto hacia nuestros "hermanos menores", como los llamó Jesús-Mesí, solo estamos cumpliendo con una misión encomendada a nosotros para favorecernos en el infinito amor de Nogüét.
De esta forma, al practicar en nuestra cotidianidad la hermandad con los animales, nos hacemos dignos Hijos e Hijas de Qom. Agradezcamos, pues, la caridad que nos hace el Fabricador, al delegarnos su voluntad. De esta forma, el amor militante hacia los animales es uno de los más hermosos caminos hacia Qad'ta'á; porque Él hace lo que quiere.
Flavio Dalostto
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