EL SISTEMA DE COSAS

por Flavio Dalostto
Oiquiaraxáiq

Vivimos inmersos en el Sistema de Cosas. Es el sistema político, económico, religioso y cultural impuesto por los hijos de Uropo (las naciones europeas) y la Iglesia de Qat (la religión de los señores Papas), sobre todos los territorios de Am-Eríq (el Continente Americano) desde hace más de 500 años. Lo hemos denominado "Sistema de Cosas", porque para este entramado social, todos somos "cosas". Intercambiables, comprables, vendibles, oprimibles, descartables).

Nosotros, los Hijos de Qom sabemos que en todo el Universo, desde la más gigantesca de las Galaxias hasta el átomo más pequeño, estamos vinculados por un Lazo Vital, que nos da coherencia, plenitud y existencia. Este Lazo Vital es la Fuerza Nogüét, la Energía que nos da el Ser, por la cual Somos y sin la cual Somos Nada.

Este conocimiento religioso pleno, es el que nos lleva a desarrollar lo que nuestros ancestros llamaron "La Ciencia de la Consideración", o "La Religión del Respeto", dándole a todos los seres existentes, su lugar en el Mundo, pleno de utilidad y sentido, respeto por el vecino, pero también por los zapatos viejos que acabamos de tirar a la basura, pero que tanto nos cuidaron. Los Hijos de Qom sabemos eso, y por eso Nuestra Religión es el Culto del Agradecimiento, agradecimiento a todos los seres que nos sirven cotidianamente para que vivamos: La gota de agua que bebemos, el chofer del colectivo que nos guia, nuestro corazón que late sin cesar. A todos ellos, damos las gracias cotidianamente, eternamente asombrados de esta maravilla .

No así, las ciencias de Uropo y la Iglesia de Qat, que dividió al Mundo en Seres Vivos y Seres Muertos, o como se dice en las escuelas del Sistema, "Bióticos" y "Abióticos". Insultan a la Señora del Sol, al Varón de la Luna, al Viento, a la Tierra, al Agua y a las estrellas maldiciéndolas con el nombre de "Abióticos", "Sin-Vida".
¿Cómo puede la Señora Sol, o la Madre Agua, carecer de vida, si Nosotros mismos Somos Calor y somos Agua? Blasfeman, ciertamente, en todas las escuelas y universidades, y les enseñan flagrante mentira a los niños humanos. ¿Cómo podrán respetar esos niños la Tierra sobre la que están parados, si sus padres y maestros les enseñan que está "No-Viva"? Y luego hacen esas patéticas clases y trabajos prácticos con sus niños enseñándoles sobre "el cuidado del Medio Ambiente". Ciertamente, no tienen vergüenza. No se dan cuenta que insultan al Nogüét, y por eso sus vidas, silenciosamente o ruidosamente, son permanentemente asediadas, perturbadas y desestabilizadas. Tienen Vacío de conocimiento, y lo transmiten a sus alumnos. lSolo el conocimiento del Nogüét llena y plenifica un Alma Humana.

Pero, como todo Sistema, el Sistema de Cosas tiene fisuras y agujeros. Por esas fisuras se cuelan nuestras ideas y por esos agujeros respladece nuestra enseñanza. Desde allí combatimos, ciertamente, sin descanso, contra los cimientos que sostienen el Gran Engaño sobre la mente humana que promueve el Gran Estafador, "Payáq-Satanáj" es su nombre.

Por todo esto, a través de nuestra idea pero sobre todo a través de nuestro comportamiento y Amor, hacemos nuestros campamentos en toda fisura y en todo agujero, para romper desde adentro la Gran Mentira, el Sistema de Cosas. Somos, pues, habitantes de los Agujeros, ciudadanos de las Fisuras. Desde allí brillamos cada vez más fuerte,para darle a la Humanidad un nuevo sentido. Somos conspiradores para sacudir el Corazón del Mundo y hacerlo latir a un ritmo más solidario, justo y amoroso.

Cuando ayudamos a un amigo, cuando rescatamos un animal abandonado, cuando nos involucramos por nuestros vecinos, cuando donamos sangre, cuando consolamos al triste, cuando guiamos al confundido, cuando curamos al enfermo, cuando nacemos un hijo, cuando plantamos un árbol, cuando esperanzamos al desesperado, cuando defendemos al débil, cuando compartimos, estamos ampliando la Obra del Fabricador y nos hacemos dioses de su mano.

Luchemos esforzadamente, que, Qad'ta'á (Nuestro Fabricador) completa nuestra Esperanza. Si nosotros en Él y Él en nosotros, la Victoria sobre la Maldad, la Indiferencia y el Frío del Mundo, está asegurada. No podemos perder.